Consejos para estudiar en la universidad
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Trata tu estudio desde casa como si fueras a la biblioteca/clases. Fija una hora para levantarte, refrescarte, desayunar y vestirte. Tener una rutina establecida puede proporcionar una estructura a tu vida y señalar a tu cerebro “es hora de trabajar”.
Crear un límite físico entre tu zona de estudio y tu zona de descanso puede ser muy útil para mantenerte concentrado cuando estudias desde casa. Esto también puede ayudarte a contener tu estrés académico en el espacio de estudio.
Es importante apartar el teléfono, desactivar las notificaciones de los mensajes y las redes sociales en el ordenador y cerrar las páginas web irrelevantes para minimizar las distracciones. Tomar apuntes durante las clases online también puede mantener tus manos ocupadas y ayudarte a centrar tu atención en el contenido de la clase.
Establece tiempos de descanso en tu sesión de estudio (por ejemplo, cada 45 minutos) para levantarte, moverte y activar diferentes partes de tu cerebro. Puedes estirarte, hacer una serie de saltos de tijera, caminar por la habitación y echar un vistazo a la vista por la ventana.
Secretos de estudio
Nunca es demasiado pronto -ni demasiado tarde- para desarrollar buenos hábitos de estudio. Cuanto antes te pongas a estudiar, más fácil será todo y más aumentarán tus posibilidades de sacar buenas notas.
Cada uno tiene su propia idea sobre el mejor lugar y momento para estudiar. Ya sea en tu habitación por la noche o en la biblioteca después de las clases, encuentra un espacio de estudio y un horario de estudio regular que te funcione y cíñete a él.
Si te resulta difícil encontrar tiempo para estudiar, reduce algunas (pero no todas) de tus otras actividades. Dar prioridad al estudio puede significar pasar menos tiempo en línea, o puede significar reducir los turnos en el trabajo, o dejar de hacer deporte el fin de semana durante un tiempo.
Ten en cuenta que estos estilos son sólo una forma de pensar en las diferentes técnicas de estudio, no son reglas rígidas que digan que sólo debes estudiar de una manera. Prueba cada una de ellas y comprueba qué formas prefieres.
Cuando te tomes un descanso, asegúrate de alejarte de tu mesa o espacio de estudio. Un poco de ejercicio físico -incluso un paseo alrededor de la manzana- puede ayudarte a ver un problema de otra manera e incluso a resolverlo.
Cómo estudiar eficazmente para los exámenes
Los estudios han demostrado que los estudiantes que se examinan con regularidad realmente aprenden más contenidos y los retienen durante más tiempo que los estudiantes que no se han examinado. Una gran noticia para los exámenes finales. Incluso se ha demostrado que los exámenes frecuentes ayudan a disminuir la ansiedad ante los mismos.
Cuando se trata de aprender, un estudio de 2013 demostró que los exámenes de práctica funcionan MEJOR que simplemente subrayar o releer tus apuntes. Así que convierte tus apuntes en tarjetas o utiliza una aplicación de tarjetas para memorizar el vocabulario en español. Pide a tus amigos que te examinen o escribe tu propio examen de práctica.
Esboza las redacciones con antelación. Para los exámenes de matemáticas, haz muchos problemas de práctica similares a los que SABES que aparecerán. Haz una lista de las preguntas que crees que pueden aparecer en el examen (y luego asegúrate de que puedes responderlas).
Si tienes un examen dentro de una semana, estudiar un poco cada día te ayudará a identificar de antemano los conceptos difíciles o las áreas débiles de tus conocimientos. ¿No puedes resolver la factorización? Entra en Ayuda para los deberes y resuelve tus dudas.
Las distracciones hacen que sea difícil prestar atención a lo que estás haciendo, lo que a su vez hace más difícil memorizar los datos. Para ello, apaga las notificaciones de tu teléfono, bloquea temporalmente tus páginas web favoritas o ponte música instrumental mientras estudias (para no tener la tentación de cantar). Tomar un descanso cada 45 minutos aproximadamente también te ayudará a mantener la concentración.
Cómo estudiar en casa
Tanto si estás en el instituto como si eres un adulto que vuelve a la universidad, compaginar los deberes con otras responsabilidades puede ser todo un reto. Si estás al borde del agotamiento, aquí tienes algunos consejos de estudio que están científicamente probados para ayudarte a tener éxito.
Marca en tu calendario los espacios de tiempo que puedes dedicar a tus estudios. Debes programar un tiempo de estudio cada día, pero otros compromisos pueden hacer que algunas sesiones sean más largas que otras.
Esta es una de las razones por las que es tan importante programar el tiempo de estudio: reduce la tentación de quedarse despierto toda la noche empollando para un examen importante. En lugar de ello, debes procurar dormir siete o más horas la noche anterior a un examen.
Hay un delicado equilibrio cuando se trata del mejor lugar de estudio: Necesitas un lugar que sea cómodo pero que no sea tan relajante como para acabar durmiendo. Para algunas personas, eso significa trabajar en un escritorio. Otros se sienten mejor en el sofá o en la mesa de la cocina. La cama, por el contrario, puede ser demasiado cómoda.
Rodearse de paz y tranquilidad ayuda a concentrarse. Si los niños hacen mucho ruido o hay obras delante de tu ventana, puede que tengas que trasladarte a un dormitorio en el piso de arriba, a una cafetería tranquila o a la biblioteca local.