Mi hijo de 17 años no quiere estudiar
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Cultive en sus hijos el amor por el aprendizaje en sí mismo, no sólo como medio para alcanzar un objetivo. Al fin y al cabo, la consecución de objetivos es un subproducto de los sistemas y procesos que seguimos.
También puede ayudar a tus hijos si también dedicas ese periodo de tiempo a hacer tus propios “deberes”. Esto podría ser pagar las facturas por Internet, hacer un curso online o leer un libro para aprender sobre un nuevo tema.
La planificación consiste en hacer listas de tareas que deben realizarse en un plazo determinado. De este modo, tus hijos aprenderán a completar las tareas una a una en lugar de dejarlas para cuando sea tan tarde que se sientan abrumados.
Por ejemplo, tal vez usted fue a la universidad para estudiar un campo y acabó cambiando de campo cuando empezó a trabajar. Al compartir esa experiencia con tus hijos, les enseñas que no tienen que hacerlo “bien” a la primera.
Por otro lado, los niños que tienen miedo al fracaso son más propensos a desanimarse cuando cometen errores. En lugar de aprender de sus errores y seguir adelante, es probable que se rindan por completo.
Cómo motivar a un adolescente para que estudie
Más de 600 millones de niños y adolescentes de todo el mundo son incapaces de alcanzar los niveles mínimos de competencia en lectura y matemáticas, a pesar de que dos tercios de ellos están escolarizados. En el caso de los niños no escolarizados, las competencias básicas en lectoescritura y aritmética están más lejos de su alcance.
En todo el mundo, los niños se ven privados de educación y aprendizaje por diversas razones. La pobreza sigue siendo una de las barreras más obstinadas. Los niños que viven en condiciones de fragilidad económica, inestabilidad política, conflictos o desastres naturales tienen más probabilidades de verse privados de la escolarización, al igual que los discapacitados o los pertenecientes a minorías étnicas. En algunos países, las oportunidades de educación para las niñas siguen siendo muy limitadas.
Incluso en las escuelas, la falta de profesores formados, los materiales educativos inadecuados y las malas infraestructuras dificultan el aprendizaje de muchos alumnos. Otros llegan a clase demasiado hambrientos, enfermos o agotados por el trabajo o las tareas domésticas como para aprovechar las lecciones.
A estas desigualdades se suma una brecha digital cada vez más preocupante: Alrededor de dos tercios de los niños en edad escolar del mundo no tienen conexión a Internet en sus hogares, lo que restringe sus oportunidades de avanzar en el aprendizaje y el desarrollo de habilidades.
Mi hijo adolescente se niega a estudiar
Los padres pueden desempeñar un papel fundamental para ayudar a los adolescentes a tener éxito en la escuela, informándose y prestando un poco de apoyo y orientación. Aunque los adolescentes busquen la independencia, la participación de los padres es un ingrediente importante para el éxito académico.
Los adolescentes obtienen mejores resultados en la escuela cuando los padres apoyan sus esfuerzos académicos. Asistir a la jornada de puertas abiertas o a la noche de vuelta al cole es una buena manera de conocer a los profesores de su hijo y sus expectativas. Los administradores de la escuela pueden hablar de los programas y políticas de la escuela, y de las opciones para después de la escuela secundaria que los padres y tutores de los estudiantes de último año deben conocer.
Asistir a las reuniones de padres y profesores es otra forma de mantenerse informado, aunque en la escuela secundaria, el personal suele organizarlas sólo cuando la participación de los padres es necesaria para abordar cuestiones como problemas de comportamiento, estar por debajo de las expectativas del grado, o, alternativamente, beneficiarse de un trabajo de clase avanzado.
Si su hijo tiene necesidades especiales de aprendizaje o de comportamiento, se pueden programar reuniones con los profesores y otros miembros del personal de la escuela para considerar el establecimiento o la revisión de los planes educativos individualizados (IEP), los planes educativos 504 o los planes de educación para superdotados.
Cómo lidiar con un adolescente que no se interesa por los estudios
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Algo no va bien; últimamente su hijo parece menos entusiasmado con la escuela. Parece retraído y ha empezado a quejarse de un malestar estomacal todos los domingos por la noche. Pero, ¿está teniendo problemas en la escuela o podría ser algo más?
La clave para llegar a la raíz del problema es la comunicación abierta y saber identificar los problemas escolares a tiempo. Cuanto más tarde un alumno en recibir la ayuda que necesita, especialmente si está relacionada con la escuela, más perdido estará. Al fin y al cabo, el aprendizaje escolar sigue adelante aunque su hijo se retrase, lo que no hace más que agravar el problema.
Desgraciadamente, los niños y adolescentes no siempre son sinceros sobre sus dificultades o su rendimiento escolar, sobre todo si les da vergüenza o se sienten ansiosos. Es esencial que sepa reconocer las señales de que su hijo tiene dificultades, para poder intervenir. Cuanto antes lo haga, mejor será para su hijo, sobre todo si puede ayudarle antes de que sus dificultades se conviertan en un patrón.