La mejor música para estudiar desde el punto de vista científico
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Música de fondo
Sabemos que escuchar música nos hace sentir bien. No hay nada mejor que estar en la zona, o en el estado de ánimo adecuado, o que nos impulsa a correr, a hacer pesas o a hacer fluir más rápido nuestra creatividad. Lo mismo ocurre cuando se trata de la mejor música para estudiar.
Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins han trabajado con intérpretes de jazz que improvisan dentro de una máquina de IRMf para ver qué zonas del cerebro se iluminan. Descubrieron que los músicos de jazz realizan improvisaciones únicas desactivando la inhibición y activando la creatividad.
Esto se suma a las investigaciones existentes que han descubierto que escuchar música reduce la ansiedad y la presión arterial, y mejora la calidad del sueño, el estado de ánimo y la memoria. Otros estudios también demuestran que la música activa las más diversas redes del cerebro humano.
“Si se quiere mantener el cerebro ocupado a lo largo del proceso de envejecimiento, escuchar o tocar música es una gran herramienta”, afirma un otorrinolaringólogo (especialista en medicina centrada en los oídos, la nariz y la garganta) del Johns Hopkins.
Las vibraciones que viajan por el aire llegan al canal auditivo y se transmiten en una señal eléctrica. Ésta viaja luego a través del nervio auditivo hasta el tronco cerebral, donde se recompone en lo que conocemos como música.
La mejor música para memorizar
Los exámenes de 11 y 12 años se acercan rápidamente. Los adolescentes de toda Australia se encierran para su último esfuerzo de estudio y revisión. Con la cabeza gacha y los auriculares puestos. ¿Cuál es su banda sonora de estudio? ¿Pop? ¿Clásica? ¿Sonidos ambientales de ballenas?
Hay toda una industria orientada a la “música para el cerebro”. Spotify, iTunes, YouTube y mozarteffect.com (de la que hablaremos más adelante) ofrecen “bandas sonoras de repaso” y “música de concentración” que se pueden escuchar o descargar. Sus cuerdas relajantes, “ondas alfa” o ritmos binaurales prometen a los estudiantes una mayor concentración, relajación y potencia cerebral.
Sin embargo, si te atreves a cuestionar si escuchar música puede ser… ejem… una distracción para el estudio de tu hijo adolescente, es muy probable que recibas gritos de indignación e incredulidad. “¡Pero si me ayuda a concentrarme!”, insisten, “me calma”, “me ayuda a estudiar durante más tiempo”.
La música es una parte importante de la vida de los adolescentes. Está profundamente conectada con su lenguaje, sus emociones y su identidad en desarrollo. Los neurólogos han confirmado que la música con la que nos relacionamos en la adolescencia tiene un mayor control sobre nuestras emociones y nuestra memoria que la música que disfrutamos en cualquier otro periodo de nuestra vida.
Música para la concentración y el enfoque
Seguro que has oído que la música clásica es buena para estudiar, hacer exámenes y realizar trabajos creativos. Esta idea tiene su origen en el “efecto Mozart”, un término acuñado en 1993 cuando los científicos descubrieron que escuchar la Sonata de Mozart durante 10 minutos mejoraba la capacidad de razonamiento espacial, un tipo concreto de inteligencia que implica visualizar y manipular imágenes en el cerebro. Sin embargo, los resultados de ese estudio de 1993 se exageraron y la música clásica se convirtió en sinónimo de inteligencia: tan sinónimo, de hecho, que en 1998 el entonces gobernador de Georgia, Zell Miller, propuso enviar una cinta de cassette de música clásica a todos los bebés nacidos en el estado, de forma gratuita, para que se volvieran inteligentes. Aunque el Efecto Mozart ha quedado más o menos desacreditado desde entonces, algunos expertos siguen sosteniendo que la música puede ofrecer otros beneficios a nuestro cerebro: concentración y productividad. Más información: Cómo crear la mejor lista de reproducción para hacer ejercicio
¿Cómo puede la música ayudarnos a concentrarnos? Considere estas razones por las que la música puede ayudarle a avanzar en su lista de tareas: Provoca emociones positivas: Las personas tienden a ser más productivas y eficientes cuando están contentas (investigaciones recientes lo confirman), y el tipo de música adecuado puede animarte. De hecho, las personas que escuchan música son más felices que las que no la escuchan: A veces, el trabajo y la vida son monótonos. Si te sientes aburrido, una melodía alegre puede hacer que las tareas aburridas parezcan más atractivas. Ahoga otros ruidos: Si alguna vez has trabajado en una cafetería o en una oficina de planta abierta, probablemente te hayan puesto los pelos de punta los sonidos de alguien que se moquea o arrastra los pies. Escuchar música, sobre todo a través de unos buenos auriculares, puede ahogar los ruidos que distraen: La mejor música en streaming: Spotify, Apple Music y más, comparado Si no soportas los sonidos de tu entorno de trabajo, utiliza la música para ahogarlos.