Salmo 119:105 español
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Pero la unción que habéis recibido de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todo, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, permaneced en él.
Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me glorificará, porque tomará lo que es mío y os lo declarará.
Sabiendo esto en primer lugar, que ninguna profecía de la Escritura proviene de la propia interpretación de alguien. Porque ninguna profecía fue producida por la voluntad del hombre, sino que los hombres hablaron de parte de Dios llevados por el Espíritu Santo.
Por último, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo que es honorable, todo lo que es justo, todo lo que es puro, todo lo que es hermoso, todo lo que es encomiable, si hay alguna excelencia, si hay algo digno de alabanza, pensad en estas cosas.
Versos bíblicos para la escuela
Este libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él de día y de noche, para que cuides de hacer todo lo que está escrito en él. Porque entonces harás próspero tu camino, y entonces tendrás buen éxito.
Pero en cuanto a ti, continúa en lo que has aprendido y has creído firmemente, sabiendo de quién lo has aprendido y cómo desde la infancia has conocido las sagradas escrituras, que pueden hacerte sabio para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea competente, equipado para toda buena obra.
“Por tanto, guardarás estas palabras mías en tu corazón y en tu alma, y las atarás como una señal en tu mano, y serán como frontales entre tus ojos. Se las enseñarás a tus hijos, hablando de ellas cuando estés sentado en tu casa, y cuando andes por el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas, para que tus días y los de tus hijos se multipliquen en la tierra que el Señor juró a tus padres que les daría, mientras los cielos estén sobre la tierra. Porque si te ocupas de cumplir todo este mandamiento que yo te mando, amando al Señor tu Dios, andando en todos sus caminos y aferrándote a él, …
Lectura de la Escritura versículo de la Biblia
Cansado de horas de trabajo, empiezo a estar demasiado cansado para pasar tiempo con Dios después de un largo día de trabajo. Empiezo a perder mis prioridades. Sin quererlo, lleno tanto mis días de estudio que no queda espacio para él. Antes de darme cuenta, mi rutina habitual de apartar tiempo para el Señor cada día vuela por la ventana. No es una decisión intencional de alejarme de Dios… sino un proceso insidioso que ocurre cuando pierdo mis prioridades frente a los exámenes de barrera que se avecinan.
Pero cada año, cuando esto sucede, un versículo en particular vuelve a mí y capta mi atención. Es uno famoso que ha sido el tema recurrente de mi vida en la escuela de medicina durante los últimos cinco años:
Cuando recuerdo este pasaje, recuerdo lo que es realmente importante en la vida. Me doy cuenta de nuevo de cuál es la verdadera clave del éxito. ¿Qué cantidad de esfuerzo humano puede ser más eficaz que la ayuda que Dios da a quien busca su reino?
Cada vez que he intentado vivir mi vida de acuerdo con este pasaje, he visto a Dios hacer cosas que yo creía imposibles. Todo este blog es un testimonio de esas historias. Ahora, cuando miro hacia atrás después de cinco años de exámenes, me doy cuenta de nuevo de que mi éxito en los exámenes hasta ahora ha venido de buscar al Señor, no de tratar de conseguirlo con mis propias fuerzas humanas.
Estudio de la Biblia
Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas se os darán también. Por eso, no os preocupéis por el día de mañana, porque el día de mañana se preocupará por sí mismo. Cada día tiene sus propios problemas.
Hermanos y hermanas, yo no me considero todavía como un hombre que se ha apoderado de ella. Pero una cosa sí hago: Olvidando lo que queda atrás y esforzándome por lo que está por delante, prosigo hacia la meta para ganar el premio para el que Dios me ha llamado al cielo en Cristo Jesús.
En todo lo que hagáis, trabajad con todo vuestro corazón, como si trabajarais para el Señor y no para amos humanos, pues sabéis que recibiréis una herencia del Señor como recompensa. Es al Señor Cristo a quien servís.
No os preocupéis por nada, sino que, en toda situación, presentad a Dios vuestras peticiones mediante la oración y la petición, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Sin embargo, cada vez que te sientas derrotado, debes negarte a aceptar esas palabras. El diablo quiere que fracases. Quiere que aceptes que no puedes estudiar para aprobar tus exámenes. Quiere que te desanimes, que te involucres en malas prácticas y que fracases en tus exámenes.