Técnicas de estudio
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Para muchos padres, conseguir que sus hijos hagan los deberes es una lucha nocturna. Algunos niños se niegan a hacer los deberes. Otros afirman que no tienen deberes, pero luego sale el boletín de notas y te das cuenta de que no los han hecho.
Entonces, ¿por qué es tan difícil hacer los deberes? En mi opinión, una de las principales razones es que a los niños les cuesta concentrarse en casa. Míralo de esta manera: cuando tu hijo está en la escuela, está en un aula donde no hay muchas distracciones. El aprendizaje está estructurado y organizado, y todos los alumnos se centran en lo mismo.
Pero cuando su hijo llega a casa, su cerebro cambia al modo “tiempo libre”. En su mente, el hogar es un lugar para relajarse, comer un bocadillo, escuchar música y jugar a los videojuegos. Los niños simplemente no ven la casa como el lugar para hacer las tareas escolares.
Si las luchas por los deberes que experimentan forman parte de un patrón más amplio de comportamiento de actuación, entonces el niño se está resistiendo para conseguir poder sobre ti. Pretenden hacer lo que quieren cuando quieren hacerlo, y los deberes se convierten en otro campo de batalla. Y, como en cualquier otro campo de batalla, los padres pueden utilizar tácticas que tengan éxito o tácticas que fracasen.
Cómo motivar el aprendizaje de los niños en la escuela
Las bibliotecas son lugares de aprendizaje y descubrimiento para todos. Ayudar a tu hijo a conocer las bibliotecas le pondrá en el camino de ser un aprendiz independiente. Aquí tienes algunas sugerencias para ayudar:
Para fomentar el aprendizaje activo, escuche las ideas de su hijo y responda a ellas. Deje que participe con preguntas y opiniones cuando lean libros juntos. Si fomenta este tipo de intercambio en casa, es probable que aumente la participación y el interés de su hijo en la escuela.
***Nota: En este folleto, nos referimos al niño como “él” en algunos lugares y “ella” en otros. Lo hacemos para facilitar la lectura del folleto. Sin embargo, es importante que entiendas que todos los puntos que mencionamos son los mismos para las niñas y los niños. [Volver al texto]
Mi hijo no tiene motivación para la escuela
La situación es la siguiente: A su hijo le gusta la escuela. Le gustan sus clases, sus profesores y sus compañeros. Hace los deberes todas las noches. Se esfuerza mucho, pero ese esfuerzo y ese entusiasmo no se traducen en el tipo de avances académicos y en las notas que ambos quieren ver. Si esto le resulta familiar, la clave para ayudar a su hijo a descifrar el código de aprendizaje puede ser centrarse en la creación de algunas habilidades de estudio eficaces.
El éxito en el aula no se debe a una sola cosa, sino a una combinación adecuada de actitud, hábitos y esfuerzo. Unas buenas técnicas de estudio son un ingrediente importante en esta receta, y son un comportamiento muy aprendido. “Los estudiantes con sobresaliente no nacen, se hacen”, explican Katie O’Brien y Hunter Maats, coautores de La conspiración de los sobresalientes, que han dado clases particulares a cientos de estudiantes y han colaborado en este estudio de Princeton Review. “Todos los estudiantes de Estados Unidos son capaces de obtener las notas que desean sin todo el estrés. Manejar sus emociones, dejar de lado las distracciones y crear un plan de estudio directo que haga que el aprendizaje sea más rápido y divertido es mucho más fácil de lo que la mayoría de los estudiantes y padres creen que es.”
Que hacer cuando tu hijo no sabe que estudiar 2021
Un alumno de una escuela primaria de Mississippi lee un libro en clase. Las investigaciones demuestran que los niños pequeños necesitan una enseñanza fonética explícita y sistemática para aprender a leer con fluidez. Crédito: Terrell Clark para The Hechinger Report
Enseñar a los niños a leer no es fácil; los educadores suelen tener una opinión muy firme sobre cuál es la forma “correcta” de enseñar esta habilidad esencial. Aunque los enfoques de los profesores pueden diferir, la investigación es bastante clara sobre la mejor manera de ayudar a los niños a aprender a leer. Esto es lo que los padres deberían buscar en el aula de sus hijos.
Las investigaciones demuestran que los niños aprenden a leer cuando son capaces de identificar letras o combinaciones de letras y relacionarlas con los sonidos. Hay más cosas, por supuesto, como atribuir significado a las palabras y frases, pero la conciencia fonémica (entender los sonidos de las palabras habladas) y la comprensión de la fonética (saber que las letras impresas se corresponden con los sonidos) son los primeros pasos más básicos para convertirse en lector.
Si los niños no dominan la fonética, es más probable que tengan dificultades para leer. Por eso los investigadores afirman que es importante una enseñanza explícita y sistemática de la fonética: los profesores deben guiar a los alumnos paso a paso a través de una secuencia específica de letras y sonidos. Los niños que aprenden a descifrar palabras pueden aplicar esa habilidad a palabras más difíciles y, en última instancia, leer con fluidez. Algunos niños pueden no necesitar mucha ayuda con la fonética, sobre todo a medida que crecen, pero los expertos afirman que la enseñanza de la fonética puede ser esencial para los niños pequeños y los lectores con dificultades. “No sabemos cuánta fonética necesita cada niño”, afirma Anders Rasmussen, director de la escuela primaria Wood Road de Ballston Spa (Nueva York), que recientemente dirigió la transformación del programa de lectura de su escuela hacia un enfoque estructurado y basado en la investigación. “Pero sabemos que ningún niño sale perjudicado por recibir demasiada cantidad”.