¿Debo estudiar algo que no me gusta?
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Si te cuesta comprometerte con un nuevo programa de televisión, la idea de decidir qué hacer después de la universidad puede ser desalentadora. Pero hay buenas noticias. No estás solo y no vas a estar encadenado a una sola opción profesional para siempre.
Desde el primer año has estado desarrollando tus habilidades de empleabilidad, con cada feria de carreras, unidad de estudio, actividad extracurricular y taller que amplía tu conjunto de habilidades. Sin embargo, es normal que en el último año sientas la presión de conseguir un trabajo para después de la universidad.
El Foro Económico Mundial estima que cambiarás de carrera al menos siete veces, y que al menos cinco de tus futuros trabajos ni siquiera existen todavía (lo que no es precisamente una ayuda a la hora de buscar en Seek.com).
Eso no quiere decir que el trabajo que aceptes nada más graduarte no sea importante. Será un trampolín para tu carrera (quizás el primero de varios) y formará la base de tu experiencia y tus habilidades, incluso en el nivel de entrada.
Pasa dos minutos en el edificio Abercrombie y oirás a los estudiantes de empresariales clamar por los programas de posgrado. Los trabajos de posgrado están hechos a la medida de los estudiantes de la universidad, pero, curiosamente, los estudiantes de otras disciplinas suelen pasarlo por alto. Hay puestos de trabajo para graduados en muchos sectores diferentes; sólo hay que saber dónde y cuándo buscar.
Lo mejor para estudiar
Es perfectamente normal, de hecho es una de las cosas más comunes que escuchamos. Pocas personas tienen un gran plan de carrera al salir de la universidad, y para muchos es desalentador tomar una decisión tan importante.
Echa un vistazo a las afirmaciones que aparecen a continuación y comprueba cuál es la que más se ajusta a ti, y sigue nuestras recomendaciones paso a paso para ayudarte a avanzar. Si no estás seguro de por qué paso empezar, simplemente empieza por el principio.
No tiene sentido elegir trabajos que no ofrezcan lo que es importante para ti, o que no aprovechen tus puntos fuertes naturales, así que utiliza estas herramientas para ayudarte a entender lo que te conviene y lo que puedes ofrecer.
Una gran parte de los puestos de trabajo para licenciados están abiertos a personas de cualquier titulación, así que no te sientas limitado por lo que hayas estudiado. Familiarízate con un abanico de opciones, para poder elegir con conocimiento de causa y considerar algunas ideas nuevas además de las que ya habías pensado. Inténtalo:
Todas las citas profesionales que he tenido han sido extremadamente útiles, han respondido a todas mis preguntas y, a su vez, han reducido mi estrés. Recomiendo encarecidamente el servicio y es muy agradable hablar con todo el equipo de carreras.
Qué estudiar cuando nada te interesa
¿No estás seguro de qué estudiar después del instituto? ¿Te sientes ansioso e inseguro? Créenos, no estás solo. De hecho, hemos realizado un estudio en el que descubrimos que aproximadamente el 15% de vosotros no tiene ni idea y el 57% tiene algo de idea, pero no realmente.
En todos los grupos de 12 años hay unas cuantas personas que pueden desgranar su plan quinquenal y decirte exactamente a dónde quieren llegar, lo que hace que te sientas bastante impresionado con ellos y bastante desanimado. Sin embargo, la verdad es que sólo el 28% de los estudiantes de 12 años tienen una idea clara de lo que quieren estudiar.
Así es, la friolera del 40% de los estudiantes, como tú, se arriesgan a elegir algo que les interesa, sin pensar demasiado en su futuro. De este modo, es probable que acabes en un lugar interesante, te lo pases bien y aprendas algo importante sobre ti mismo por el camino.
Los cursos con un amplio abanico de materias y las dobles titulaciones pueden ser un buen punto de partida si adoptas este enfoque. Algunos de ellos son: Grados de artes, grados flexibles de ingeniería, grados generales de negocios y grados generales de ciencias.
Los mejores títulos para el futuro
Intentar averiguar qué quieres hacer con tu vida ya es bastante difícil de por sí. Pero es aún más complicado cuando te das de cabezazos contra la pared tratando de averiguar en qué eres bueno.
Antes de que te des una conmoción cerebral, respira hondo y date cuenta de que es una pregunta que todo el mundo se hace en algún momento de su vida. Todo el mundo quiere ser bueno en las cosas que le apasionan, y mucha gente ni siquiera sabe qué es exactamente eso.
Determinar tus puntos fuertes y lo que se te da bien de forma natural es una buena forma de averiguar lo que te apasiona. Puede que incluso descubras que estos puntos fuertes pueden orientarte hacia una carrera que te permita perseguir esas pasiones.
Piensa en tus experiencias anteriores de trabajo, voluntariado y educación. ¿Qué tareas hiciste bien y cuáles disfrutaste más? Piensa en las situaciones que te han supuesto un reto: ¿cuáles has podido superar y te han hecho sentir más realizado o te han hecho ganar reconocimiento?