No hay motivación para estudiar
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Para muchos padres, conseguir que sus hijos hagan los deberes es una lucha nocturna. Algunos niños se niegan a hacer los deberes. Otros afirman que no tienen deberes, pero luego sale el boletín de notas y te das cuenta de que no los han hecho.
Entonces, ¿por qué es tan difícil hacer los deberes? En mi opinión, una de las principales razones es que a los niños les cuesta concentrarse en casa. Míralo de esta manera: cuando tu hijo está en la escuela, está en un aula donde no hay muchas distracciones. El aprendizaje está estructurado y organizado, y todos los alumnos se centran en lo mismo.
Pero cuando su hijo llega a casa, su cerebro cambia al modo “tiempo libre”. En su mente, el hogar es un lugar para relajarse, comer un bocadillo, escuchar música y jugar a los videojuegos. Los niños simplemente no ven la casa como el lugar para hacer las tareas escolares.
Si las luchas por los deberes que experimentan forman parte de un patrón más amplio de comportamiento de actuación, entonces el niño se está resistiendo para conseguir poder sobre ti. Pretenden hacer lo que quieren cuando quieren hacerlo, y los deberes se convierten en otro campo de batalla. Y, como en cualquier otro campo de batalla, los padres pueden utilizar tácticas que tengan éxito o tácticas que fracasen.
Mi hijo no tiene motivación para la escuela
Los padres pueden desempeñar un papel fundamental para ayudar a los adolescentes a tener éxito en la escuela estando informados y prestando un poco de apoyo y orientación. Aunque los adolescentes busquen la independencia, la participación de los padres es un ingrediente importante para el éxito académico.
Los adolescentes obtienen mejores resultados en la escuela cuando los padres apoyan sus esfuerzos académicos. Asistir a la jornada de puertas abiertas o a la noche de vuelta al cole es una buena manera de conocer a los profesores de su hijo y sus expectativas. Los administradores de la escuela pueden hablar de los programas y políticas de la escuela, y de las opciones para después de la escuela secundaria que los padres y tutores de los estudiantes de último año deben conocer.
Asistir a las reuniones de padres y profesores es otra forma de mantenerse informado, aunque en la escuela secundaria, el personal suele organizarlas sólo cuando la participación de los padres es necesaria para abordar cuestiones como problemas de comportamiento, estar por debajo de las expectativas del grado, o, alternativamente, beneficiarse de un trabajo de clase avanzado.
Si su hijo tiene necesidades especiales de aprendizaje o de comportamiento, se pueden programar reuniones con los profesores y otros miembros del personal de la escuela para considerar el establecimiento o la revisión de planes educativos individualizados (IEP), planes educativos 504 o planes de educación para superdotados.
Cómo motivar el aprendizaje de los niños en la escuela
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Es alarmante que la experiencia de estrés de los adolescentes sea tan similar a la de los adultos. Es aún más preocupante que parezcan subestimar el impacto potencial que el estrés tiene en su salud física y mental.
Tu hijo adolescente no responderá bien a tus sermones sobre la importancia de la escuela. Tampoco empezará o dejará de realizar determinados comportamientos porque usted le diga que “debe” o “no debe” hacer esas cosas.
Además, los adolescentes pasan la mayor parte de sus horas de vigilia rodeados de sus compañeros, que tienen una visión del mundo similar. Esto hace que sea aún más difícil para los adolescentes ver su situación a través de una lente diferente.
Recuerda que la mayoría de los adolescentes no son rebeldes porque sí. Es probable que haya una buena razón para sus frustraciones, por lo que es crucial aplicar los consejos de este artículo para llegar a la raíz del problema.
Mi hijo no está interesado en nada
Cada niño es único y, por tanto, cada uno necesita un entorno diferente para alcanzar su potencial. Viviendo en los tiempos que corren, en los que todo el mundo a nuestro alrededor parece ser una competencia, se hace difícil levantar el exceso de carga para estudiar con rigor. Incluso los adultos se enfrentan a este tipo de presión en el día a día, ya sea por el rendimiento en la oficina o por estar al día en las redes sociales.
Del mismo modo, los niños de hoy en día también están rodeados de diversas formas. Hay una presión constante sobre ellos para que rindan más en todos los aspectos. Algunos niños han sido bendecidos con la concentración y las habilidades de aprendizaje adecuadas y, por lo tanto, les resulta fácil aprender más. Mientras que en otros casos, esta presión constante sobre algunos niños a menudo los aleja de los estudios. Les cuesta concentrarse y no quieren estudiar. Pero se plantea la cuestión de cómo desarrollar el interés por los estudios.
La educación en los primeros años de aprendizaje desempeña un papel crucial en el desarrollo integral de un niño. La mayoría de los hábitos correctos y las etiquetas sociales se forman en estos años fundacionales. Pero, ¿qué hacer cuando la escasa capacidad de concentración de tu hijo se apodera de su experiencia de aprendizaje inicial, y tu hijo no quiere estudiar?