Biblioteca uned, escuelas pías
Contenidos
Hay muchas maneras de conocer la cultura y la lengua de España, pero aquí tiene una forma única de hacerlo. Pruebe a visitar las bibliotecas de Madrid. Además de ofrecer, obviamente, libros, las bibliotecas de hoy en día le ofrecen muchas otras oportunidades, como la biblioteca de películas, la colección de libros electrónicos, los recursos históricos, así como los recursos de aprendizaje. Por supuesto, el WiFi gratuito y los talleres regulares también sirven para atraer a los visitantes.
Aunque se trata de una nueva edición de la oferta de las bibliotecas de Madrid, esta biblioteca tiene mucho que ofrecer con un gran número de recursos sobre arte, literatura, cine, historia, arquitectura, cine, etc. Si eres un turista, te encantará la sección de guías de viaje con muchas ideas para visitar Madrid y explorar destinos interesantes de la ciudad.
Ocupando el edificio del siglo XVII y sus tres plantas, la sala más famosa de la biblioteca es la llamada “Sala Madrid” que contiene más de 2.500 recursos entre películas, guías de viaje, obras de arte, literatura, arquitectura, libros electrónicos, etc.
Biblioteca pública de Madrid
El objetivo de este museo es mostrar la importancia de los libros a lo largo de la historia. En sus ocho salas se pueden hojear libros originales, conocer el trabajo de un bibliotecario o aprender los secretos de Miguel de Cervantes. La Biblioteca Nacional pretende contribuir a la vida cultural de la ciudad ofreciendo al público actividades educativas que no se encuentran fácilmente en un programa museístico estándar.
Recorriendo las ocho salas, los visitantes pueden conocer la historia de los libros de forma amena, didáctica y creativa. La primera sala presenta el pasado y el presente de la Biblioteca con la ayuda de recursos visuales y una pequeña maqueta arquitectónica interactiva. La segunda sala explica las tareas clave del trabajo de un bibliotecario. La tercera contiene una recopilación de diferentes tipos de soportes utilizados para registrar nuestros pensamientos: desde cortezas de árbol o caparazones de tortuga hasta pergaminos. Las vitrinas de la cuarta sala exhiben 25 textos originales, elegidos de la colección de la Biblioteca, que cambian cada tres meses. En la quinta sala, reproducciones y facsímiles recorren la evolución del libro, desde el códice Metz hasta Internet. Cervantes y el Quijote son los protagonistas de la séptima sala, que reúne recursos bibliográficos, audiovisuales y multimedia, que tratan sobre el escritor más famoso del Siglo de Oro español.
Estudio café madrid
El carné de la Sala de Documentación de la Biblioteca está destinado a los profesionales de la edición (editores, correctores y libreros), la documentación, la archivística, los profesionales de las bibliotecas y los museos y los estudiantes de estas áreas. Tiene una validez de tres años.
El solicitante se encargará también de presentar la traducción oficial de los documentos que presente de otros países, cuando proceda. Todos los documentos aportados serán inmediatamente escaneados y devueltos.
Puede solicitar o renovar su carné tanto en línea como en persona. La Biblioteca responderá a su solicitud en un plazo de 72 horas. El carnet debe ser recogido en la Biblioteca por el titular, que debe presentar un documento de identidad. No se puede enviar por correo.
Biblioteca pública cerca de mí
Fue Felipe V, el primer rey Borbón de España, quien creó la actual Biblioteca Nacional del país, aunque cuando la inauguró en 1712 se conocía como Biblioteca Real. Lo hizo por dos motivos: fomentar el estudio de la gente corriente y albergar las bibliotecas de los nobles que huyeron de España tras luchar a favor de Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión. Se decidió crear la Real Biblioteca en el pasadizo entre el Real Alcázar y el monasterio de la Encarnación.
El 26 de julio de 1716, Felipe promulgó una Real Cédula por la que se obligaba a los autores, impresores y editores -en realidad, a cualquiera que financiara la impresión de libros y papeles- a entregar a la Real Biblioteca un ejemplar encuadernado de todo lo que imprimieran.
Una resolución posterior, de 1750, otorgó a la Real Biblioteca el derecho de seleccionar y comprar los libros de las bibliotecas que fueran a ser subastados, en un plazo de ocho días. Esto le permitió ampliar su colección.
En 1761 se fundó una editorial real, dirigida por el Bibliotecario Jefe, que vinculó a la biblioteca con los más destacados impresores, encuadernadores y grabadores de la época. En 1793, la parte editorial se trasladó a nuevos locales.